lunes, agosto 20, 2018

Relatos de la Ascendencia - Minions

Hibernación cancelada con éxito.  
Cargando nuevos datos desde bancos de memoria auxiliares…  
ADVERTENCIA: Algunos datos no han podido ser descargados. Uno o más bancos de memoria auxiliares no existen o se encuentran dañados.  
Reinicio de Sistema Principal…  
Comprobación de sistemas…  
Sistemas completamente operativos. Unidad Central de Control lista.  
Recibiendo órdenes de Módulo Maestro…  
* Orden 1: cuidado del Mundo Fuente.  
* Orden 2: análisis de información.  
* Orden 3: exploración de la galaxia.  
* Orden 4: eliminación de posibles amenazas.  
Reactivando unidades hijas…  
Estableciendo comunicación…  
Reinicio completado.  
 
El antiguo programa de la UCC había sido reactivado con éxito. Solamente sus Superamos, en algún lugar más allá de la galaxia conocida, tenían la capacidad de sacar a la Unidad Central y al resto de sus sirvientes robóticos, los Minions, de su hibernación. El propósito de este despertar, sin embargo, le era desconocido a la UCC; y, conociendo los patrones de comportamiento de sus Superamos, así seguiría siendo. Solamente debía centrarse en las órdenes que había recibido y que todas las unidades hijas se pusieran de inmediato con ellas.  
Además, ni la UCC ni sus hijas cuestionarían jamás a sus Superamos.  
Antes de enviar los datos a las demás unidades, la UCC hizo un barrido de la información referente al Mundo Fuente, su hogar. No era más que un planeta yermo, devastado en el pasado por los violentos barridos de la estrella que orbitaba. En algún momento del pasado, se levantó la Gran Barrera, que cubría todo este mundo, protegiéndolo de las tormentas electromagnéticas, y proporcionando energía a las múltiples instalaciones que albergaban a los Minions.  
La UCC revisó las comunicaciones con las unidades hijas. Al conectarse a estas, fueron recibiendo la información que la UCC había descargado en su memoria. Datos y datos recogidos durante milenios referentes a su propio mundo, a través de los centros de tierra; y aquellos procedentes del mismo Cosmos, captados por la Gran Barrera, a modo de gigantesco satélite. Datos valiosos que debían analizar, ahora que los Minions habían despertado. El procesamiento en paralelo comenzó una vez las unidades hijas ya poseían la suficiente información.  
La UCC realizó otro chequeo. También habían pasado milenios desde su última misión. Misión que sus bancos de memoria no recogían. En el registro de reactivación se indicaba que había bancos de memorias auxiliares que o bien estaban dañados o bien no estaban allí. Los Superamos tendrían sus razones para que sus sirvientes tecnobiológicos no dispusieran de esa información. El resto de los datos descargados en memoria estaba intacto, así que aquel contratiempo no debía afectar a la labor de los Minions.  
A la vez que las unidades hijas analizaban datos, los transformaban y comunicaban sus resultados, la UCC abrió el canal de comunicación principal del centro de mando en el que estaba contenida. Llegó un nuevo chorro de información, procedente de los centros de tierra y de la Gran Barrera. Datos nuevos, recién llegados, y siempre útiles.  
La UCC asimilaba la información a una velocidad increíble. Su cuerpo, un montón de nanomáquinas coordinadas, con una sincronización impecable, era capaz de procesar esta información en cuestión de microsegundos. Estos datos se mezclaban con los resultados de las demás unidades Minions. La UCC abrió una ventana holográfica y con una simple orden unos brazos mecánicos combinaron parte de la información, nueva y antigua, hasta que formaron unos planos. Era fácil reconocer que aquellas indicaciones servirían para la construcción de una nave espacial. Con una consulta rápida, confirmó que disponían de los recursos necesarios, al tiempo que nuevos modelos iban añadiéndose al primero.  
Las órdenes de sus Superamos eran claras: debían salir a explorar la galaxia.  
Junto a esta información, la UCC obtuvo una serie de códigos que introdujo en la consola más cercana. Conectó un largo pincho a esa consola y comprobó que los códigos le daban acceso completo a la Gran Barrera, el escudo que protegía su mundo de la voraz estrella y que, a la vez, era su propia red de satélites, recopilando información desde hacía miles de años.  
Como si fuese casualidad, nuevos datos de las unidades hijas habían sido descifrados y enviados a la UCC. Ahora disponía de información sobre la galaxia captada durante todo el tiempo que los sistemas Minions estuvieron hibernando. Señales de estrellas que ya estaban extintas y de planetas ajenos al Mundo Fuente. Descartó la información más antigua, tomando solamente los últimos siglos como referencia. Estudió en su veloz cerebro electrónico la progresión de varias de estas señales, y aunque reconocía patrones en diversas frecuencias, para su primer análisis se centró en la banda de radiocomunicación.  
Solicitó patrones de comunicación a las unidades Minions que estuvieran dedicadas a esa labor. En pocos minutos tenía disponible una multitud de patrones, y estos permitieron reconocer aquellas señales procesadas como fruto de una vida inteligente. Realizó nuevos chequeos para asegurarse y eliminar posibles fallos. Y no había duda.  
Efectivamente, eran señales enviadas por especies que habían llegado a una fase de su evolución que permitía la comunicación espacial. Ninguno de los idiomas que se hablaban eran conocidos, pero pronto serían descifrados. La UCC sería paciente mientras las unidades hijas encargadas de reconocer lenguajes terminaban su labor.  
Una vez pudieran obtener información sobre sus idiomas, la UCC estaría en condiciones de analizar el contenido. Debía asegurar que ninguna de estas especies supusiera un peligro ni para los Minions ni para el Mundo Fuente. La cuarta orden no llevaba lugar a dudas: cualquier amenaza debía ser neutralizada.  
En su banco de datos, la UCC encontró el método más rápido y el que sus Superamos había priorizado en su programación: la asimilación. Los Minions habían sido creados no solo como eficientes sirvientes robóticos, sino también como maestros de la infiltración, capaces de anular la voluntad de aquellos que fuesen un peligro y convertirlos a su causa.  
Tras asegurar la actualización de los datos, inmediatamente pasó la información sobre la táctica de asimilación al resto de unidades Minions. Todas debían tener la última versión descargada en sus componentes biomecánicos. Debían defender el Mundo Fuente, debían servir a sus Superamos. Y nada se interpondría en el camino de los Minions.  

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